Soy un niño delgado de una estatura normal algo más pequeña que la de mi hermano gemelo. En lo más alto de mi cuerpo se encuentra mi largo pelo de un color como el oro, el que siempre está peinado con un pequeño flequillo. El flequillo tapa la mayor pate de mi escasa frente. De mi delgada cara destacan dos enormes bolas de color verde como la hierba recién cortada. Entre mis ojos sale una pequeña y torcida nariz, debajo de mi nariz esta mi boca, pero antes hay una pequeña cicatriz distintiva que me hice con siete años miéntras esquiaba. De mi cabeza salen dos orejas que me sirven para escuchar, a pesar de lo poco que lo hago. Mi boca esta formada por dos finos labios que estan en completo movimiento, porque hablo mucho, junto a unos blancos pero torcidos dientes. El final de mi cara se podría decir que es una puntiaguda barbilla, en la que se asoma una minuscula cicatriz. La parte que une mi cara con mi cuerpo es un interminable y fino cuello. Mi cuerpo es delgado a pesar de lo que como. De mi tronco se inician dos finos y largos brazos que parecen dos ramas de un pequeño árbol; también, otros dos gemelos pero ahora son mis delgadas piernas. Al final de mis piernas hay dos tobillos de los que salen mis enormes pies de payaso. Soy un niño amable y educado, a veces, vacilón. Mis amigos dicen que no soy gracioso, pero sí divertido y agradable. Soy muy competitivo y no me gusta perder ni a las canicas. Me gusta practicar cualquier deporte, pero sobre todo el futbol. Soy un jugador polivante, juego igual de bien de portero que de extremo izquierdo. Esquiar es otro de los deportes que me gustan mucho. Pero me atrevo con cualquier otro.